La oportunidad
En el contexto actual la integración de soluciones fotovoltaicas en el entorno urbano sigue siendo uno de los mayores retos para el sector inmobiliario. La necesidad de generar energía renovable dentro de los propios edificios choca, a menudo, con limitaciones estéticas, estructurales o de uso: cubiertas ocupadas, impacto visual, exceso de peso o incompatibilidad con el carácter transitable de terrazas y azoteas.
Ante este escenario, tecnologías como Arena, el pavimento solar desarrollado por Solum, representan una oportunidad real para transformar los activos inmobiliarios en generadores de energía limpia sin renunciar a su funcionalidad ni a su valor arquitectónico.
Una nueva superficie útil para generar energía
Hasta ahora, las cubiertas transitables de muchos edificios —especialmente en entornos residenciales o corporativos— quedaban fuera del alcance de la energía solar. Arena cambia ese paradigma. Su diseño modular y transitable permite instalar sistemas fotovoltaicos integrados en el propio pavimento, de modo que el espacio puede seguir utilizándose como terraza, zona de ocio o área de paso.
Esto abre una nueva vía para revalorizar los activos inmobiliarios: generar energía propia, reducir la huella de carbono y, al mismo tiempo, mantener los usos que hacen atractivos estos espacios para residentes o trabajadores.
El proyecto
Un ejemplo reciente de esta aplicación se ha llevado a cabo en un edificio ubicado en el norte de España. En este proyecto, se ha transformado la terraza superior del inmueble en una planta solar completamente transitable, sin alterar su estética ni limitar su uso.
La instalación cuenta con 83 metros cuadrados de pavimento fotovoltaico Arena, que suman una potencia total de 15 kWp. La superficie mantiene las condiciones de transitabilidad y resistencia necesarias para el paso y uso diario, permitiendo que los ocupantes sigan disfrutando del espacio como terraza o mirador, mientras genera energía de forma continua.

Producción solar y rendimiento
Durante los primeros meses de funcionamiento, la planta ha mostrado una producción energética estable y eficiente. Los datos de rendimiento confirman que la tecnología Arena ofrece un rendimiento similar a los paneles solares convencionales.
En las siguiente imágenes podemos observar la producción eléctrica durante los meses de Abril y Mayo:


Si hacemos un estudio comparativo de los datos de producción del pavimento solar con los de un sistema de paneles solares convencionales instalados en las mismas condiciones, se observa una diferencia de producción que va entre el 10% y el 20% de producción dependiendo del mes. Esto es debido al mayor o menos uso del espacio. En la siguiente imagen tenemos la simulación de la producción de una sistema de paneles solares convencionales:

Aunque el sistema genere ligeramente menos energía que una instalación convencional, esta diferencia se compensa con creces por la ganancia de metros cuadrados útiles y el menos impacto visual. Con el pavimento solar Arena, la superficie deja de ser un área ocupada por paneles para convertirse en un espacio doblemente funcional: produce energía y sigue siendo transitable. Así, cada metro cuadrado aporta valor añadido tanto energético como arquitectónico, optimizando el uso del edificio.
Más valor, menos impacto
Este proyecto demuestra que la integración solar ya no tiene por qué estar reñida con la arquitectura ni con el confort urbano. Con Arena, los edificios pueden convertirse en pequeñas plantas de generación eléctrica sin perder funcionalidad, aportando además un valor añadido en términos de sostenibilidad y rentabilidad a largo plazo.
Para promotores, arquitectos y gestores de activos inmobiliarios, esta tecnología abre la posibilidad de convertir metros cuadrados hasta ahora inutilizados en fuentes activas de energía limpia, contribuyendo a mejorar la eficiencia energética de los edificios y sus certificaciones de sostenibilidad (BREEAM, LEED o WELL)


